domingo, 21 de junio de 2015

Una sonrisa fastidiosamente agradable (Cont.)

Preguntaste por mi familia. Te conté que nos estaba yendo muy bien. No se me ocurrió preguntar por la tuya. Cambiabas de tema muy rápido, no me alcanzaba el tiempo para tomar la iniciativa y establecer una conversación sólida.

Me contaste que saldrías de vacaciones y que estabas a mi disposición para lo que se me ofreciera. Obviamente, actué como si no me importase mucho.
Me sorprendía mi manera de fingir.

A medida que hablábamos, más caía en la conclusión de que la conversación llegaba a su fin.

2 comentarios:

  1. Es una bonita entrada aunque sea corta :3

    P.D: Ya te sigo(: mi blog: http://cutevintagediary.blogspot.mx/

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  2. Muchas gracias. Tiene continuación, lo que pasa es que la publico por partes. ♥

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